PARQUE NATURAL BAHÍA DE CÁDIZ

PARQUE NATURAL BAHÍA DE CÁDIZ

 

Se encuentra en el centro geográfico de la costa atlántica de la provincia de Cádiz. Tiene una extensión de 10.522 ha y comprende parte de los términos municipales de Cádiz, Chiclana de la Frontera, El Puerto de Santa María, Puerto Real y San Fernando.

Fue incluido en el año 1989 en el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía con la categoría de Parque Natural y designado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en el año 1993. Además, forma parte de la red ecológica europea “Natura 2000” instaurada por la Directiva Hábitats y se encuentra incluido en la propuesta de la Comunidad Autónoma de Andalucía de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC).

En virtud de los importantes valores faunísticos y botánicos de las zonas húmedas que comprende y, en especial, por su importancia para las aves acuáticas migratorias, el Parque Natural Bahía de Cádiz fue incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional por acuerdo del Consejo de Ministros del 27 de septiembre de 2002.

El Parque ocupa una parcela bastante significativa del término municipal, pues de sus 10.522 ha, unas 2.535 ha se hallan en él. En definitiva, la cuarta parte del Parque está en el término de Chiclana y representa algo más del 12% de su superficie.

Vegetación

La Bahía de Cádiz se caracteriza por una vegetación integrada por especies adaptadas al sustrato salino, a la inundación de las mareas y a suelos arenosos, cubriéndola en su mayor parte un matorral halófilo. Desde la zona de marisma y playas hasta el interior se van sucediendo diferentes niveles y tipos de ecosistemas. Así, por ejemplo:

-          La marisma mareal, según la frecuencia de inundaciones, las condiciones de salinidad y la estructura del suelo, predominan diferentes tipos de comunidades vegetales. Se caracteriza por presentar una vegetación acuática formada por algas (clorofitas, rodofitas y feofitas), fanerógamas marinas (Cymodocea nodosa, Zostera noltii, Z.marina) y plantas halófitas (Spartina maritima)

-          En los suelos de textura arenosa de la zona de transición marisma-sistemas dunares, se encuentran Ophrys scolopax y Anemone palmata; en los suelos profundos y húmedos un pastizal de gramíneas con Lophochloa cristata, Hordeum marinum, Polypogon maritimus, Plantago lagopus, P. coronopus, Aetheorhiza bulbosa; y en las zonas de matorral más aclarado como transición hacia el ecosistema del pinar a Asphodelus spp, Scilla peruviana, Urginea maritima, Allium pallens y Leucojum trichophyllum

-          En las playas y sistemas dunares se pueden diferenciar:

Dunas embrionarias, colonizadas por especies pioneras como Salsola kali y Cakile maritima, apareciendo a continuación las gramíneas perennes Elymus farctus y Ammophila arenaria que van fijando la arena, formándose de esta manera las dunas primarias

Dunas primarias con Euphorbia paralias, Malcolmia littorea, Eryngium maritimum, Pancratium maritimum, Otanthus maritimus, Pseudorlaya pumilla y Lotus creticus

Más hacia el interior, aparecen las Dunas secundarias con Crucianella maritima, Helichrysum picardii, Artemisia crithmifolia y anuales nitrófilas

-          En la zona interior, el Parque alberga dos masas forestales importantes, el Pinar-Sabinar de la Algaida en Puerto Real y el Coto de la Isleta en Chiclana. Éstas son de Pinus pinea y tienen un sotobosque característico de zonas arenosas, destacando especies como Juniperus phoenicea subsp. turbinata, Pistacia lentiscus, Thymelaea hirsuta y Retama monosperma

Fauna

El Parque Natural posee un importante número de grupos faunísticos, cuya presencia está propiciada por la existencia de zonas de contacto entre los medios marino y terrestre. De entre todos ellos, los más significativos que merecen comentarse son los siguientes:

-          Moluscos, se encuentran representados por especies como la coquina de fango (Scrobicularia plana), coquina de arena (Donax trunculus), la chirla (Chamelea gallina), la lapa (Patella vulgata), el berberecho (Cerastoderma edule), el verdigón (C. glaucum), los ostiones (Cassostrea angulata), el muergo (Ensis siliqua), la navaja (Solen marginatus) y la cañailla (Murex brandaris)

-          Crustáceos, representados por el camarón (Palaemon varians, P. Elegans), la coñeta (Carcinus maenas) y la boca de la Isla (Uca tangeri). En las salinas destaca también Artemia salina

-          Los peces de agua salada, son en su mayoría especies marino-dependientes, que pasan algunas fases de su ciclo vital en la marisma para retornar al mar en fase adulta. En los caños y esteros, las especies mayoritarias son la liseta (Chelon labrosus), alburejo (Liza aurata), alburillo (Liza ramada), zorreja (Liza saliens), serranillo (Mugil cephalus), dorada (Sparus aurata), róbalo (Dicentratus labrax), baila (Dicentratus punctatus), anguila (Anguilla anguilla) y lenguado (Solea senegalensis)

-          Entre los peces de agua dulce, cabe destacar la presencia de la boga (Chondrostoma polylepis), la colmilleja (Cobitis taenia) y el fartet (Aphanius iberus)

-          Por otra parte, debido a su localización entre el Parque Natural de Doñana y el Estrecho de Gibraltar, en la avifauna destacan las especies asociadas a medios acuáticos Las principales especies son: la gaviota patiamarilla (Larus cachinnans), el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), la avoceta común (Recurvirostra avosetta), la cigüeñuela común (Himantopus himantopus) y el charrancito común (Sterna albifrons). Si bien, resaltan otras aves litorales como cigüeñas (Ciconia ciconia), garzas (Ardea cinerea, Egretta garzetta), flamenco común (Phoenicopterus ruber), espátula común (Platalea leucorodia), cormorán grande (Phalacrocorax carbo), gaviota reidora (Larus rudibundus), gaviota sombría (L. fuscus), gaviota cabecinegra (L. melanocephalus), gaviota de audouin (L. Audouinii), etc.

Aprovechamientos y usos

La extracción de sal junto a la pesca de bajura ha sido el aprovechamiento tradicional. La industria salinera, a lo largo de toda su historia ha experimentado una sucesión de etapas de apogeo y crisis.

Sin embargo, en estos momentos se puede afirmar que la gran mayoría de las salinas están en claro abandono, concretamente, el 35% de la superficie de éstas. Otra parte importante (diecisiete salinas en la actualidad) ha sido reconvertida en instalaciones para el desarrollo de cultivos marinos en régimen intensivo o semi-intensivo. Este cambio de actividad podría representar un impacto negativo para el Parque que convendría vigilar y controlar.